Punta Negra, mi refugio secreto en Les Rotes (Dénia)
por Ana Moral


Punta Negra, en la mágica costa de Les Rotes en Dénia, es un pedacito de mundo que parece hecho justo para mí. Lo que más me atrapa de Punta Negra es su paisaje rocoso, imperfecto y auténtico. No hay arena, no hay chiringuitos bulliciosos: hay roca, hay agua y hay paz. A partir de las dos de la tarde, el lugar empieza a vaciarse de visitantes curiosos, y ahí es cuando realmente se transforma en mi paraíso y puedo dejarme llevar.
Las aguas cristalinas que rodean Punta Negra son una invitación constante. Nada como sumergirse con unas gafas y un tubo entre bancos de peces y sentir que el tiempo deja de pesar. Y entre baño y baño, la lectura sin interrupciones, con el murmullo del mar como banda sonora. Sin relojes, sin urgencias. Sólo páginas, palabras y la brisa de la tarde que me acompaña hasta bien entrado el atardecer.
Punta Negra no es para todo el mundo. Y eso es precisamente lo que la hace tan especial para mí. Es un secreto compartido sólo con quienes saben escuchar el silencio, respetar la calma, y disfrutar de lo esencial.