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Homenaje a nuestras compañeras Inmaculada López y Virginia Leirana

Flor de la planta

Julien Zborowski

Todos conocemos parejas —ficticias o reales— que parecen hechas la una para la otra. En el Araújo, tenemos a Inma & Virginia.

No vamos a revelar cuántos años llevan en el centro (la confidencialidad lo prohíbe y no queremos buscar problemas), pero digamos que si el instituto fuera una serie, ellas estarían desde el episodio piloto.

Después de tres mandatos con Inma al timón, ha llegado el momento de la retirada para ambas. Y no hablamos de dos jubilaciones sin más. No, no. Hoy se despide una pareja legendaria, de esas que van siempre a juego, aunque no lo parezca: misma forma de pensar, misma visión, misma manera de hacer las cosas bien… ¡y sin necesidad de ponerse de acuerdo!

 

Dicen que sus despachos están siempre ocupados. Lo cual es cierto. Pero eso no quiere decir que no estén disponibles… al contrario: siempre tienen un hueco para escuchar, aconsejar, orientar o, simplemente, arreglar el mundo en cinco minutos (si no hay timbre de por medio).

 

Ahora han decidido remar hacia otros mares más tranquilos, y aunque nos alegramos por ellas, no podemos evitar pensar en la cantidad de horas (y cafés) que han invertido en el centro. La ley dice que son 37,5 horas semanales. Ja. Qué optimistas. Aquí, las cuentas no salen ni con Excel. Pero cuando el objetivo es ayudar a que chicos y chicas salgan adelante, todo lo demás pasa a segundo plano.

Algunos de esos chicos, que en su día desafiaban la lógica y la paciencia humana, vuelven años después, ya en modo zen, para daros las gracias. Y con razón.

 

Ser directora y jefa de estudios en el siglo XXI no es un trabajo, es un reto de alto riesgo. Y ellas han sabido capearlo todo: evaluaciones, inspecciones, pandemias, semipresencialidad, Filomena, cupos cambiantes, matrículas imposibles, partes, sanciones, optativas que desaparecen, agendas que no aparecen, zapatos en el tejado, móviles confiscados, cafés derramados, ordenadores sin batería, timbres que suenan en los peores momentos, teléfonos insistentes … y ese compañero que solo necesita un minutito. Todo esto, sin perder la sonrisa (o al menos no del todo) y con esa mezcla perfecta de exigencia, buen talante y profesionalidad.

 

Inma y Virginia, trabajar con vosotras ha sido aprender cada día. Y no solo de gestión, también de humanidad. El Araújo lleva vuestro ADN en cada aula. Ahora toca pasar el testigo… y lo vamos a intentar. Pero os avisamos: el listón, lo habéis dejado muy alto.

 

Os deseamos mil nuevas aventuras en vuestra nueva etapa: viajes, lecturas, sorpresas, momentos de paz. Pero por favor: no apaguéis el móvil. Os llamaremos: será un minutito…

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Flores coloridas junto al lago

Cristina Hernández

GRACIAS

 

Las personas son sus acciones pero hay personas que son sentimientos.

 

Inma y Virginia, Virginia e Inma, palabras y hechos.

 

¡Quién me hubiera dicho en mi primer día que mis experiencias en el Araújo iban a estar marcadas por dos personas tan potentes y talentosas como vosotras! Quizá no he sabido transmitiros todo el agradecimiento que os debo, pero sin vosotras nada habría sido igual. Transmitís constancia, perseverancia, saber hacer, pero sobre todo EMPATÍA. Siempre, incluso en los peores momentos, ahí estáis. Una pregunta, una mirada, un abrazo, no solo como jefas, si no también como respuesta a lo que necesites.

Cuando pienso en los momentos intensos que hemos compartido, únicamente me viene a la cabeza respaldo, apoyo, compenetración, entendimiento, saber estar, compañerismo … Sois lo que cualquiera habría deseado tener a su lado en buenas y malas situaciones.

Todo lo que he aprendido a vuestro lado me hace veros como GRANDES MAESTRAS porque, teniendo una paciencia infinita, hacéis que la gente solo pueda sentir admiración por vosotras.

La huella que dejáis en mí como profesora y persona es infinita, así como mi agradecimiento. Espero poder seguir disfrutando de vuestras enseñanzas.

Cuando la gratitud es tan absoluta, las palabras sobran

(Álvaro Mutis)

Tulipán blanco

Víctor López

Hoy no es un día cualquiera. Hoy nos despedimos, con el corazón lleno de gratitud y una pizca de nostalgia, de dos personas que han sido mucho más que una directora y una jefa de estudios: han sido guía, inspiración y alma de nuestro instituto. Entrar en vuestros despachos era estar en casa. Protegidos y seguros, como volver al hogar tras una tormenta. Vuestra sonrisa calienta el alma y encontráis las palabras perfectas para guiarnos en nuestro día a día y en nuestra vida. Habéis sido la luz que ha guiado nuestro navegar hasta llevarnos a buen puerto. Vuestro liderazgo ha sido una fuente de inspiración para todos nosotros y vuestro impacto en todos, alumnos y profesores, es incalculable. Gracias por creer en nosotros incluso cuando dudábamos de nosotros mismos. Gracias por vuestra paciencia infinita, por vuestro ejemplo y capacidad de hacer que todos nos sintiéramos parte de algo más grande. Gracias por convertir este instituto en un hogar.

Desde el primer día, nos habéis demostrado una pasión inquebrantable por la educación y un profundo amor por los estudiantes. Vuestra puerta siempre estuvo abierta para escuchar nuestras inquietudes, ofrecer consejos sabios y brindar apoyo incondicional. Y, si estaba cerrada, sabíamos que la de vuestro corazón estaría abierta para escucharnos en cuanto tuvieseis un momento libre (si es que en algún momento los habéis tenido). Vuestra capacidad para ver el potencial en cada uno de nosotros y motivarnos a alcanzar nuestras metas ha dejado una huella imborrable en nuestras vidas. Habéis sabido liderar con firmeza y ternura, con una sonrisa que calmaba y una palabra justa que siempre llegaba en el momento oportuno.

Bajo vuestra dirección, nuestro instituto ha florecido. Ha promovido un ambiente de respeto, inclusión y conocimiento. Una visión innovadora que ha llevado a la implementación de programas que han enriquecido nuestra experiencia educativa y han preparado a generaciones de estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro.

Pero más allá de sus logros profesionales, lo que más recordaremos de Inmaculada y de Virginia es su calidez humana. Su sonrisa contagiosa, su amabilidad y su genuino interés por el bienestar de cada miembro de la comunidad escolar han creado un ambiente familiar y acogedor, incluso en los momentos más duros y difíciles. Nos habéis enseñado que la educación va más allá de los libros y las aulas; se trata de formar personas íntegras y compasivas.

Ahora que tenemos que despedirnos, queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento. Gracias por vuestra dedicación, liderazgo y por ser un faro de luz en nuestras vidas. Os deseamos una jubilación llena de alegría, salud y nuevas aventuras. Sabemos que, aunque ya no estaréis físicamente en los pasillos de nuestro instituto, vuestro legado perdurará en cada uno de nosotros.

En estos días en los que se abre para vosotras un nuevo capítulo lleno de merecido descanso, nuevas pasiones y tiempo para disfrutar, queremos que os llevéis todo el cariño que habéis sembrado aquí. Vuestro legado no se mide en logros administrativos, sino en las vidas que ha tocado, en los corazones que ha dejado más plenos.

Os deseamos una jubilación tan luminosa como vuestra trayectoria y, aunque ya no os veamos cada día en los pasillos, vuestra presencia seguirá viva en cada rincón, en cada historia, en cada recuerdo.


 

Con todo nuestro cariño y gratitud.

dalia anaranjada
Flor del cosmos

Mª Jesús Muñoz

Con tino y buena mano

 

Charles Darwin hizo un viaje de cinco años en el barco HMS Beagle, durante el cual el naturalista se dedicó, entre muchas otras cosas, a recopilar ejemplares de animales y plantas y hacer observaciones geológicas. Ni que decir tiene que pudo hacer su trabajo gracias a que el barco tenía una tripulación que, bajo el mando de su capitán y los oficiales, se encargaban de las cuestiones prácticas: mantener el rumbo, esquivar tormentas, planificar las paradas, proveer los víveres…

 

En nuestro barco HMS Araújo las personas que se ocupan de mantener esto a flote están en la planta baja del centro. Ahora se nos jubilan las capitanas, Inmaculada y Virginia, que bien merecido lo tienen tras haber bregado tantos años por los peligros del borrascoso océano administrativo, esquivado las cambiantes corrientes educativas y bandeado lo más selecto del alumnado. Y esto, además, sin perder la calma, cordura y buen humor incluso en las condiciones más adversas.

 

Les estoy cariñosamente agradecida a ellas que, con tino y buena mano, se han ocupado de todas las cuestiones prácticas para que yo, a mi vez, pueda concentrarme en mi trabajo que es, entre muchas otras cosas, recopilar ejemplares de animales y plantas y hacer observaciones geológicas. ;-)

Flor amarilla del cosmos

Laura Beteta

Querida Inmaculada:

 

Solo puedo tener palabras de agradecimiento hacia ti por estos años en los que he trabajado en el Araújo. Gracias por tu labor dirigiendo el centro. Ha sido un privilegio tener a una directora que, entre otras muchas cosas, ha procurado siempre crear un buen ambiente de trabajo entre todo el personal del instituto, así como de respeto entre profesores y alumnos. Es algo que que he valorado mucho desde mi primer año aquí y quería reconocértelo.

 

De manera más personal, quiero agradecer tu ayuda, sinceridad, cariño y, sobre todo, confianza. El año pasado fue clave para mí y solo puedo decirte:

¡Gracias por todo!

¡Enhorabuena por tu jubilación! Deseo que en esta nueva etapa que comienzas, puedas disfrutar al máximo de tus seres queridos y de tu tiempo libre para hacer todo aquello que desees.

Te echaremos de menos.

Que seas muy feliz.

Arreglos florales
Flor amarilla del cosmos

María Montoya

"Las pastas de la alacena"

 

Así comenzó todo: con el aroma de un café compartido
y esas pastas guardadas en la alacena de Inma,
pequeños tesoros cotidianos que, sin saberlo,
serían el prólogo de una aventura
que duraría cinco años.

Gracias por estos cursos recorridos juntas,
por confiar en mí y acompañarme
en cada desafío, en cada paso.
Porque, como aquellas pastas de la alacena,
lo más sencillo se vuelve memorable
cuando se amasa con los mejores ingredientes:
compromiso, cariño y entusiasmo.

 

Inma y Virginia, al abrir esta nueva página,
quiero que llevéis con vosotras
no solo el reconocimiento de una compañera,
sino también el cariño de quien

os ha conocido y apreciado

en todos vuestros roles.

 

Os deseo una nueva etapa
llena de tiempo para vosotras,
para disfrutar de las pequeñas cosas
con la misma intensidad
con que habéis vivido todo lo demás.

Con agradecimiento y cariño:

María

Ana Belén Cabello

Inma, Virginia, directora y jefa de estudios, catedráticas, maravillosas compañeras de trabajo, feliz jubilación.

 

Os deseo lo mejor. Que recordéis con cariño vuestros años como profesoras en el IES Joaquín Araújo.

 

Yo recordaré con inmenso cariño vuestra humanidad y profesionalidad, lo buenas personas que sois. Y disfrutaré de vuestra huella en este instituto, esa tarea tan bien hecha que dejáis. 

 

Un beso fuerte.

Hermosas flores
flores silvestres


Ana Belén Fernández

 

Cuando llegué al Araujo en el curso 2018-2019 venía ilusionada por ser mi centro con destino definitivo y a la vez con los nervios por ser nueva en el centro, conocer y trabajar con compañeros nuevos y un equipo directivo nuevo también. Han pasado ya siete años desde entonces y a día de hoy soy verdaderamente feliz en el centro y muy buena parte de ello os lo debo a vosotras dos por acogerme y tratarme con tanto cariño desde el principio y vuestro trato cercano conmigo. Hemos compartido muchas experiencias y vivencias en este tiempo, de las cuales he aprendido muchísimo de y con vosotras, y para mí ha sido un verdadero lujo poder trabajar estos años con dos grandes profesionales como vosotras. No tengo más que palabras de agradecimiento hacia vosotras, no solo por vuestro trato y cariño, sino también por apoyarme y respaldarme siempre, incluso en momentos en que me sentía más vulnerable por problemas de salud, y por vuestra confianza en mí. Las dos tenéis un pedacito de mi corazón y os voy a echar muchísimo de menos. Desde aquí quiero desearos todo lo mejor en esta nueva etapa y que disfrutéis de un merecidísimo descanso después de vuestra excelente trayectoria profesional. Con mucho cariño,

Ana Belén Fernández Fernández

Victoria Gullón

Queridas Inma y Virginia, compañeras y pilotos (que no pilotas) de este barco que es el IES JOAQUÍN ARAÚJO.

 

Os deseo todo lo mejor para esta nueva etapa que empezáis, que seguro sabréis aprovechar al máximo, dejando atrás rubios y morenos, algunos padres exigentes con el centro y no con sus hijos, alumnos conflictivos y desafiantes y, seguro, algún que otro profesor... Seguro que eso no lo vais a echar de menos, aunque seguro también que otras cosas sí.

Debo reconocer que habéis sido la cabeza del mejor equipo directivo que he vivido, en los centros donde he trabajado como profesora en los 17 años que voy a cumplir en esta profesión. 

Durante unos años he tenido la oportunidad de ser la coordinadora de bilingüismo del centro, y durante este tiempo he podido trabajar y ver de cerca vuestro trabajo, por eso puedo afirmar lo que he afirmado. Recuerdo el día que me llamaste, Inma, para que viniera porque me había dejado un acta sin firmar, y a continuación me llamaste a tu despacho, para comunicarme que habíais pensado en mí como coordinadora. Fue una sorpresa, y agradezco que confiarais en mí en ese momento.

También recuerdo cuando me llamaste, Inma, a tu despacho, y me comunicaste que debía dejar mi cargo de coordinadora por el bien del centro. Aunque en el momento me dolió, con el tiempo he podido ver que era la mejor decisión que podías haber tomado. Dejaste la coordinación en muy buenas manos.

Y en muy buenas manos dejáis el mando del IES JOAQUÍN ARAÚJO. El día que nos informasteis de quiénes iban a sustituiros, quedamos muchos profesores más tranquilos, pues, aunque os echaremos muchísimo de menos, sabemos que dejáis el centro en buenas manos. 

Ya no me enrollo más, que ahora os toca disfrutar, pasarlo bien y disponer de todo vuestro tiempo como más os guste.

Felicidades, os deseo mucha felicidad y salud para esta nueva etapa.

Muchos besos.

​​​

Tulipán blanco
Flor amarilla del cosmos

Carmen Tapia

      Para planificar, coordinar, garantizar, impulsar, proponer, convocar, presidir y tantas otras acciones que se esperan de un equipo directivo se necesita un gran aporte de compromiso, responsabilidad, empatía, eficacia y trabajo. Juntas lo habéis conseguido.

      Ahora, ambas os enfrentáis a una nueva etapa, la jubilación. Otras y otros que llegaron antes que vosotras aseguran que se trata de una aventura llena de sorpresas y satisfacciones.

      Y hasta que yo llegue a esa etapa, os echaré mucho de menos, pues ha sido una suerte trabajar con vosotras.

      Disfrutad de vuestra jubilación, queridas compañeras.

flores
Flor amarilla del cosmos
Flores nuevas

Jaime Mariscal

Querida Inmaculada:

Gracias por tu implicación durante todos estos años. La pasión con la que explicabas cada tema y cómo conseguías que nos interesáramos por lo que estábamos aprendiendo ha dejado un legado importante en mi etapa de estudiante.

Tengo un recuerdo especial de las Olimpiadas de Geografía; gracias por darme la oportunidad de participar y acompañarnos en aquella experiencia. Se nota que disfrutabas enseñando, y eso, para quienes fuimos tus alumnos, fue una suerte enorme.

Tu implicación fue más allá del aula, preocupándote por nosotros en todo momento. Tu labor como directora ha marcado una etapa muy bonita en el Araújo y ha dejado una huella profunda en el centro y en muchas generaciones de estudiantes. Te has ganado el respeto y el cariño de todos.

Comienzas una nueva etapa y te deseo que la disfrutes como te mereces. Toca descansar, disfrutar y aprovechar cada momento en compañía de los tuyos.

Con cariño,

Jaime

Flor amarilla del cosmos

Alexandra Lozano

Inma: 

¿Quién te lo iba a decir aquel primer día lleno de nervios? La primera clase, los primeros alumnos, los primeros exámenes... Pero siempre sin perder la sonrisa, esa sonrisa que te acompaña siempre y que hace que tengamos ganas de ir a clase, porque sabemos que estaremos bien y que vamos a aprender de verdad.

 

Muchas gracias por tu trato, por hacernos las mañanas más amenas, por ayudarnos en todo y por enseñarnos que aprender algo nuevo, si se hace con gusto, no es difícil. Porque cuando de verdad te gusta lo que haces, se nota, y en tu caso se ve a la perfección, solo hace falta asistir a una sola clase tuya para darse cuenta de ello.

 

Esta bonita etapa llega a su fin para dar paso a otra que, ojalá, sea igual o incluso más bonita, porque te lo mereces.

Flores de papel maché
Flores coloridas
Flores coloridas

Arancha, tu ex-alumna

**Nos vemos pronto Inma**

Ha llegado el día Inma. Es difícil poner en palabras lo que significaste para tantos de nosotros, pero quiero intentarlo.

Fuiste mi profesora, mi directora, y durante un tiempo, una figura de esas que uno no olvida. Tus clases eran intensas, sí, nadie lo niega (a veces incluso salíamos con la cabeza llena de apuntes) pero también sabías cuándo parar, contarnos una anécdota, hacernos reír, o simplemente mirarnos con esa complicidad que hacía más llevadero el día. Siempre tuviste ese don de equilibrar exigencia con empatía, algo que no todos logran.

Como directora, fuiste cercana. A pesar del cargo, no te alejaste de los pasillos ni de nuestras pequeñas historias de adolescentes. Sabías nuestros nombres, nuestras caras, y muchas veces nuestros problemas. Más de una vez te vi detenerte a escuchar, aunque tu agenda estuviera llena.

Ahora que te vas, sé que dejas un vacío en el insti. Pero también dejas huella. En mí y en muchos más. Porque no fuiste solo una profesora:
fuiste y eres un ejemplo.
Gracias por tanto.

Disfruta de esta nueva etapa. Te la has ganado con creces.

Con cariño,

Arancha, tu exalumna.

Flores coloridas

Naiara Melgar

Hoy es un día especial, y me gustaría dedicarte unas palabras.

 

Lo primero de todo, muchas gracias por tu compromiso con la asignatura. A nivel profesional me da mucha pena que ningún estudiante te vaya a disfrutar más como profesora porque eres realmente buena. Estás implicada con tus alumnos y se nota que te gusta lo que haces, y eso se transmite a nosotros. Este año has hecho que sea todo mucho más fácil con tus explicaciones, tus pautas y sobre todo, tu paciencia, que has tenido infinita. Deseo que te vaya todo muy bien y disfrutes de tu merecida jubilación. Y a nivel personal, darte las gracias también. Primero por ser tan buena y amable con todos nosotros y por tratarnos tan bien, realmente se agradece. Y segundo por haber enseñado la asignatura con tanto amor, lo que se ha transmitido a nosotros. Eres una gran persona y te mereces muchas cosas buenas. Espero que estas palabras te hagan ilusión, que disfrutes el día de hoy y que tengas la mejor jubilación que se pueda. Espero poder verte pronto.

 

Abrazos, Naiara.

flores
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